MODA O COMODIDAD

Es posible que gracias a nuestras largas jornadas de trabajo los gatos hayan salido ganando. Los perros siguen ocupando la mayoría de los salones españoles –281.339 en 2017– pero los felinos cada vez están más cerca. ¿Por qué los 'gatos' cada vez tienen más gatos? Las causas son múltiples y los datos invitan a que cada uno haga su propio cuestionamiento.

Según el último censo de animales domésticos del Ayuntamiento de Madrid, el número de gatos en la ciudad casi se ha duplicado en los últimos tres años. La escala ha evolucionado de la siguiente manera: mientras en 2014 había censados más de 40.500 felinos, en 2015 subieron a casi 42.800, en 2016, alrededor de 65.200, hasta llegar este año y superar los 73.400. Claro está que los gatos cumplen con un requisito importante para los humanos: su independencia hace que nos ganemos su cariño, es un gran reto conseguir que nos amen. Además, del cruce entre concentración de felinos y población saldría una posible correlación: los jóvenes prefieren los gatos. Cerca de un 75% de las personas entre 16 y 64 años viven en el distrito Centro, el más gatuno este año con 6.752 felinos censados. Por distritos, le siguen Hortaleza –6.748 gatos– y Ciudad Lineal –6.273–. ¿En la cola? Villaverde –1.737–, Barajas –1.064– y Vicálvaro –1.009–. Eugenio López, miembro del la ONG Abriga que gestiona la Gatoteca apunta algunas motivaciones que pueden haber dado lugar al aumento de gatos: “Llevamos un ritmo de vida rápido y estresante y pasamos poco tiempo en casa, por lo que pensamos que es más fácil convivir con un animal que cubre sus necesidades dentro del hogar”, explica a El Confidencial. Y añade: “Los gatos se administran muy bien la comida, no tienen que salir a pasear, pero precisan de nuestro cariño y compañía ya que viven toda su vida entre cuatro paredes”. No es necesario pasearlos, hacen el cuidado individual de forma autónoma y la conciencia sobre las necesidades de los animales ha aumentado El gato es capaz de gestionar sus recursos mejor que otros animales y es más fácil que alguien se haga cargo de ellos mientras viajamos o nos vamos de vacaciones. "No obstante, también tienen necesidades específicas para vivir sanos y felices y es nuestra responsabilidad conocerlas si convivimos con uno de ellos", dice Eugenio. Entre las razones que podrían explicar este auge de amor por los gatos, los miembros de las protectoras consultadas por este diario apuntan algunas motivaciones lógicas: no es necesario pasearlos, el cuidado individual lo hacen de forma bastante autónoma y, sobre todo, la conciencia sobre las necesidades de los animales ha aumentado. “Cada vez tenemos más conciencia de que un animal es un ser vivo y hay que cuidarlo”, apuntan desde la Gatoteca, una cafetería de Lavapiés donde se puede interactuar con gatos mientras tomas un café y, si surge el amor, darles una familia definitiva. Para esta asociación es tan importante esta concienciación que para la adopción de uno de sus gatos es necesario realizar un curso formativo para aprender a entenderlo y cuidarlo correctamente. Como consecuencia de la sensibilización nacida en las últimas décadas, la Comunidad de Madrid actualizó en julio de 2016 la Ley de Protección de los Animales de Compañía de la Comunidad de Madrid para regular el régimen de la protección, el bienestar y la tenencia responsable de los animales de compañía. Esta normativa recoge aspectos como que el sacrificio de los animales –que antes podía aprobarse por razones de peso menor– quede prohibido “excepto por motivos de sanidad animal, de seguridad de las personas o animales, o de existencia de riesgo para la salud pública o medioambiental”. El aumento de la cantidad de gatos registrados no solo se debe al incremento de animales en los hogares, sino "sobretodo porque ahora es cada vez más fehaciente que es obligatorio tenerlos registrados, por lo que muchos gatos están siendo 'chipados' por este motivo", recuerdan desde la Gatoteca donde trabajan en una intensa campaña pro-identificación -realizan el servicio de cuidado de gatos a domicilio exclusivamente si están identificados- y concienciación "no solo legal sino moral sobre el tema". Y, finalmente, un apunte para los más felinos. Sigue en cines ‘Kedi’, un documental turco de Ceyda Torun sobre la vida de los gatos en Estambul, donde son tratados como seres místicos y en cierta forma funcionan como reflejo de las gentes. Sin dueño, viven entre dos mundos: el salvaje y el doméstico.

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