Nacio y creció en una colonia no controlada junto a sus hermanos Almendra y Emet. Cuando quedó embarazada, al igual que su hermana Almendra y otras gatas de la colonia, representaron un incordio a la empresa y las personas aledañas a la colonia, por lo cual comenzaron a envenenarles, muchos fueron rescatados y dados en adopción, Emma fue adoptada, pero posteriormente entregada de nuevo a la protectora por razones de salud de su adoptante, que le imposibilitaban tenerla. A pesar de ello sigue siendo una gata cariñosa y alegre, que hoy iluminara la vida de su nueva familia, en casa le espera Locky su nuevo hermano peludo.