Fue rescatada junto con su madre y hermanos de una zona ajardinada donde día tras día el jardinero los mojaba con el riego para conseguir que la madre los retirase de la zona. Una vez a salvo, ha crecido en un ambiente relajado, protegida y acompañada y así se ha vuelto confiada, espabilada y sociable. Es una gatita muy cariñosa y necesitada de contacto humano.