Esta peque fue abandonada junto con sus hermanos en una caja a las puertas de un colegio con sólo unos días de vida. Por una parte, ha sido criado a biberón por su casa de acogida, lo que explica su gran confianza en las personas y, por la otra, ha crecido con sus hermanos, consiguiendo una excelente socialización que la ha convertido en una cachorra noble, equilibrada, cariñosa y sociable; en definitiva, en una gatita amable con la que la convivencia es un auténtico lujo.