Melocotón fue rescatado junto con su hermano de un pueblo cercano a Madrid donde la vida de los gatitos no vale nada. Las hembras, sin castrar, paren y sus camadas recién nacidas se matan sin mayores contemplaciones. Son gatitos que han crecido en una casa juntos, no les ha faltado de nada y eso se nota en su carácter. Son cachorritos mimosos, alegres y felices.