Bimba, una preciosa cachorrita atigrada que vivía en la calle, decidió un buen día depositar su futuro en nuestras manos, siguiéndonos hasta el portal y entrando en casa. Muy equilibrada y tremendamente sociable y cariñosa, no ha tenido problema alguno a la hora de adaptarse a un entorno cerrado y a compartirlo con otros gatos. Una gatita que confía totalmente en las personas, amor en estado puro.