Rescatamos a Ciruela junto con sus hermanos de una alcantarilla donde nacieron y los crió su madre. Cuando empezaron a salir, tenían ya unos 4 meses y hubo que socializarlos para que aprendiesen a confiar en las personas. Dotada de una gran capacidad de aprendizaje y enorme potencial de interrelación, Ciruela se ha vuelto muy cariñosa y sociable. Le encanta la relación tanto con las personas como con los gatos, compartiendo casa de acogida con otros 8 gatos. Es una auténtica maquinita que arranca a ronronear en cuanto se la acaricia.