Monchi perdió a su mamá y se quedó solito en la colonia donde vivían. Desde ese momento, apostó por entregarse totalmente a la cuidadora que alimentaba esa colonia para ser atendido. Recogido, cuidado y recuperado en su casa de acogida, Monchi ha ofrecido su carácter más tierno, agradecido y optimista. Cariñoso donde los haya, es un gatito cuya presencia a nuestro lado es más que palpable, su ronroneo constante es buena prueba de ello.