Kiara apareció junto con su hermano KOBI en un transportín que dejaron tirado a las puertas de una tienda. Seguramente gatitos no deseados ni queridos, nos ha costado mucho que confiaran en el ser humano pero se ha conseguido. En su casa de acogida se siente muy a gusto y confiada, dejándose coger en brazos y disfrutando de las caricias. Creemos que en su nuevo hogar se mostrará timidilla al principio hasta que confíe plenamente pero que con un poco de paciencia se conseguirá.