Cuando rescatamos a GEISHA, nos impactó su estado físico lamentable. Tenía profundas heridas por todo el cuerpo y cabeza y un perdigon incrustado en uno de sus muslos. Su recuperación tanto física como emocional fue lenta pero segura. Se ha vuelto una gata muy cariñosa y demandante de afecto. Es una gata divertida y tranquila que se adaptará a la perfección a un entorno tranquilo.