Esta perrita, en torno a los 25 kgs, fue rescatada junto con su compañera TRUFA de un pueblo donde se les daba un trato muy poco afectuoso y se las usaba para parir de forma continuada. Ahora, en una casa de acogida, rodeada de cariño y de más perros con los que socializa perfectamente, se ha abierto para dar salida a su auténtico carácter, dulce y muy cariñoso.