Canela y sus hermanos se recogieron junto con su mamá de una zona muy peligrosa, transitada por perros, donde corrían peligros constantes. Han sido criados en su casa de acogida por su madre y están sacando su carácter confiado y muy cariñoso. Son gatitos muy juguetones, activos, muy afectuosos y que disfrutan mucho del contacto con las personas.