NALA, una preciosa panterita negra de 3 meses. Su madre, una gata de la calle, parió en el patio de una casa y ahí se criaron los gatitos. Una vez castrada la mamá, la persona que vive en la casa se ha esmerado en socializar a los cachorros para que pudiesen salir adoptados y no tuviesen que vivir en la calle. Nala ha resultado ser el amor personificado. Mansa, cariñosa, mimosa, todo mimo se le hace poco. Y como buena cachorrita, divertida y muy juguetona.