Pascal junto con el resto de sus hermanos, fueron recogidos de la calle junto con su mamá a los pocos días de nacer, se han criado en unas circunstancias privilegiadas en una casa y atendidos por su madre. Son gatitos felices, extrovertidos, muy equilibrados, sin miedos, optimistas, alegres y muy cariñosos. Una delicia para convivir en cualquier hogar donde se tenga ya, o no se tenga experiencia con gatitos.