Rescatados enfermos de la calle (las temperaturas actuales ya son muy peligrosas para los bebés), se han recuperado en un entorno repleto de cariño, cuidados y mimos y donde han sacado lo mejor de su personalidad. Suaves, tiernos, cariñosos, muy agradecidos, dependientes, juguetones y divertidos, son gatitos adorables que encajarán en cualquier hogar.