Esta gatita nació y creció en una alcantarilla donde su madre la crió, ajena a los peligros de la calle. Banana es cariñosa, noble, muy agradecida, arranca a ronronear en cuanto atisba unas manos dispuestas a acariciarla. Tierna, muy receptiva y amorosa, esta gatita es un poco tímida al principio y necesitará mucha suavidad en su manejo hasta que coja total confianza.