PIPA no tuvo una feliz entrada en este mundo pero sí la inmensa suerte de estar acompañada y apoyada por sus hermanos en los duros momentos. Eso le ha ayudado a conseguir ese carácter dulce, cariñoso, tierno, confiado y muy mimoso. Con un poco de ayuda para que se confíe plenamente en su nuevo hogar, esta gatita florecerá para volverse una compañera amorosa y dependiente.