Newman apareció en la calle, hambriento, en los huesos, maullando y siguiendo a las personas desesperadamente. Seguramente fruto de un abandono, se dejó coger en brazos sin oponer resistencia alguna para recuperarle y tratarle. Durante los meses que ha pasado con nosotros, hemos podido conocerle y valorar su excepcional carácter. Es un gatito tremendamente cariñoso, sociable y juguetón que valora mucho estar acompañado, ya sea por otro gato o por personas. Equilibrado, tranquilo y muy relajante, este peque necesita, no obstante, poder disfrutar de un espacio abierto (balcón, terraza,..) pero protegido para observar el exterior. Es positivo a inmunodeficiencia felina, una enfermedad exclusivamente de gatos, que no puede ser transmitida a seres humanos ni a otros animales. Es un virus lento que afecta al sistema inmunológico durante largo periodo de tiempo. Los gatos positivos pueden vivir una vida larga, saludable y normal sin absolutamente ningún síntoma.