Probablemente fruto de un abandono, Uva se recogió de la calle dado su carácter tremendamente cariñoso. Se acercaba a la gente y se subió sola al coche, en cuanto abrieron las puertas. Uva no puede ser más confiada, cariñosa, buena, muy fácil de manejar, es garantía de una convivencia fácil y muy gratificante. Las caricias son su perdición, en cuanto las intuye, se pone panza arriba para recibirlas. Una gatita que encajará en cualquier entorno, con o sin experiencia en gatos.