Café y sus hermanitos nacieron en una casa donde su madre, una gata de la calle probablemente abandonada por lo cariñosa que es, entró a refugiarse para parir. Acostumbrada desde bebé a ser toqueteada y acariciada, esta gatita ha crecido en unas condiciones óptimas. Criada por su mamá, socializando con sus hermanitos y cuidada y mimada en un hogar desde su nacimiento. Por todo ello, esta gatita no puede ser más equilibrada, feliz, optimista, juguetona y sobre todo cariñosa. Se entregarán con contrato de adopción PREFERENTEMENTE A FAMILIAS DONDE YA TENGAN UN GATO O DE DOS EN DOS y reconocimiento veterinario completo (desparasitados, testados, vacunados, identificados, con compromiso de castración y con cartilla).