En ese momento nos hicimos cargo de la situación. MANGO era más desconfiado y miedoso que su hermano, de ahí que no saliese adoptado a la vez. Poco a poco con la ayuda de sus compis y con la paciencia y cariño de los voluntarios ha ido confiando cada vez más y ahora es un gato adorable que le gusta mucho las caricias y busca la compañía de las personas. MANGO a día de hoy está preparado para encontrar una familia definitiva.
Es un precioso gato naranja, adorable, muy cariñoso y sociable con personas y con gatitos, con ahora dos años de edad, es un gatazo con los ojos color esmeralda que le dan esa mirada tierna.
MANGO, te está esperando¡¡¡