Pues bien, esto es algo que pasa habitualmente con los bebés; cuando adoptamos un peludit@ bebé, la separación de su madres y del resto de la camada puede hacer que el pequeño esté desubicado y temeroso al principio. Son muchos los cambios para vuestr@ peludit@, por eso es común que, especialmente durante las noches, llore y no sepáis como tranquilizarlo. Vamos a daros algunos consejos que os pueden ayudar. Sería ideal tener algún trozo de mantita o algo que conservara el olor de su camada, pero como sabemos que esto no siempre es posible, os recomendamos que el lugar donde dormirá vuestr@ peludit@ esté bastante caliente y que pongáis un cojín grande, pues esto simulará la presencia y el calor de la madre; añadir algún juguete pequeño para simular el resto de la camada, así se sentirá más seguro. Es muy posible que aún así siga llorando porque está asustad@ y se siente sol@, pues bien, os sugerimos que le cojáis en brazos, le tapéis con una mantita y le acurruquéis contra vuestro cuerpo, se trata de hacer que se sienta seguro y es posible que, oyendo los latidos de vuestro corazón, se tranquilice porque le recuerde a su mamá; acariciarle, besarle y darle todos los mimitos que podáis y seguro que, poquito a poco se va tranquilizando y relajando. Si vuestr@ peludit@ tiende a esconderse, sacarle de su escondite todas las veces que sea necesario, con suavidad y cariño, pues si le permitís quedarse allí, nunca se acostumbrará a estar tranquilo por toda la casa. Proporcionarle comida y agua para que pueda satisfacer sus necesidades. Es necesario que juguéis mucho con vuestr@ peludit@ para que no se sienta sólo y además, es una forma de que os vayáis conociendo y se acostumbre a vosotr@s.